Mi matrimonio primero!
Muchas parejas se divorcian en la edad adulta, en este tiempo pierden el interés en su matrimonio, divorciarse a los 20, 30 años de matrimonio. Descubren que no tienen nada en común y que han crecido, cambiando su forma de ser en personas totalmente diferentes con las que se casaron.

Muchas parejas fracasan y empiezan a tener muchos problemas cuando vienen los hijos, porque creen que ahora; que hay niñ@s en el hogar, ellos son la prioridad en sus vidas, si ponemos como prioridad a nuestros hijos, en vez de poner nuestro matrimonio, cuando ellos se vayan de casa tendremos el sindrome del nido vació. Los hijos Dios nos los ha dado para que estén con nosotros por un tiempo determinado, es una etapa que estarán con nosotros para crear adultos saludables, con propósito y visión. El objetivo de los padres es impulsar a nuestros hijos a su destino. No para que permanezcan en nuestro hogar para toda la vida.
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24
Si ponemos a una pareja y por cada hijo que tuvo ponemos una silla en medio de ellos, rápidamente habrá una distancia entre ellos que pronto se puede volver en un abismo, ya no existe matrimonio en ellos si no una sociedad en beneficio a sus hijos, debemos de tener mucho cuidado porque este no es el diseño de Dios para nuestro matrimonio y mucho menos para nuestras familias.
El tener un matrimonio solido es la base para crear hijos saludables, el deseo de Dios es que podamos envejecer con la pareja que Dios nos dio, en nuestra juventud.

¡Bendita sea tu fuente! ¡Goza con la esposa de tu juventud! Es una gacela amorosa, es una cervatilla encantadora.
¡Que sus pechos te satisfagan siempre!
¡Que su amor te cautive todo el tiempo! Proverbios 5:18-19

En medio del corre, corre diario, en medio de los hijos, en medio del trabajo, en medio del hacer en la casa, en medio de la Iglesia, en medio del servicio a Dios, SIEMPRE debe de haber tiempo para poder disfrutar de nuestro Matrimonio y de nuestra familia. Todos los días debemos de cultivar la relación de matrimonio que tenemos, todos los días debemos regar esa plantita, todos los días debemos de hacer cosas diferentes para atender las necesidades espiritual, emocional y física de nuestro cónyuge.
Dios desea que puedas vivir una vida plena, que puedas disfrutar las diferentes etapas en la vida, pero es nuestro trabajo establecer las prioridades y trabajar fuertemente para poder tener una recompensa cuando seamos mayores, poder ver a tu espos@ como un compañero de viaje y no como un espectador, es nuestro trabajo, hacer que nuestro matrimonio impacta la siguiente generación!
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